
El cerebro del intestino: cómo tu digestión afecta tus emociones
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¿Alguna vez has sentido “mariposas” en el estómago cuando estás nervioso? ¿O se te ha cerrado el apetito por ansiedad?
Estas sensaciones no son coincidencia.
La ciencia ya lo confirmó: tu intestino piensa, siente… y te habla.
📌 Tu “segundo cerebro”: el sistema nervioso entérico
El sistema nervioso entérico (SNE) es una red de más de 100 millones de neuronas que recorre el tracto gastrointestinal. De hecho, contiene más neuronas que la médula espinal.
Este sistema es tan complejo que puede funcionar de forma independiente del cerebro principal. Controla la digestión, pero también se comunica directamente con el cerebro a través del nervio vago, influyendo en emociones, memoria y estados de ánimo.
💡 ¿Qué tiene que ver esto con cómo te sientes?
Mucho. Más del 90% de la serotonina, el neurotransmisor de la felicidad, se produce en el intestino.
Cuando hay desequilibrios en tu microbiota, inflamación intestinal o mala absorción de nutrientes, esa producción se ve afectada.
¿Resultado? Más ansiedad, fatiga, mal humor y niebla mental.
🦠 Microbiota y emociones: el vínculo invisible
Tu intestino alberga billones de bacterias beneficiosas (microbiota), que cumplen funciones clave como:
Producir neurotransmisores como serotonina, dopamina y GABA.
Regular la respuesta inmune.
Controlar la inflamación.
Apoyar la barrera intestinal.
Un intestino disfuncional puede significar un cerebro estresado.
🥦 Lo que comes, piensa por ti
La alimentación es una de las formas más poderosas de cuidar tu sistema nervioso entérico:
Evita: azúcares procesados, ultraprocesados, alcohol, exceso de cafeína.
Incorpora: alimentos fermentados, fibras prebióticas, omega 3 y suplementos clave como magnesio, zinc y vitamina D, que ayudan a regular el sistema nervioso y reducir la inflamación.
🧴 ¿Suplementos? Sí, si sabes elegir
Cuidar tu digestión también implica asegurarte de absorber lo que comes.
Ahí es donde entran los suplementos con alta biodisponibilidad, como el citrato de magnesio o el citrato de zinc, que ayudan a:
Mejorar la relajación del sistema nervioso.
Disminuir la ansiedad digestiva.
Apoyar un sueño profundo y reparador.
🧘 Tu bienestar empieza en el centro
Cuando tu intestino está bien, todo tu cuerpo lo nota:
Mejor concentración.
Menos ansiedad.
Emociones más estables.
Más energía.
Cuidar tu digestión no es solo una cuestión física.
Es una inversión en tu equilibrio emocional, mental y energético.
💚 En resumen
Tu intestino no es solo un órgano digestivo. Es una central de comando emocional que merece atención diaria.
Aliméntalo bien. Regálale calma. Y escucha lo que tiene para decirte.
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